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La absoluta verdad sobre Ir Al Gimnasio En Ayunas al descubierto

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ir al gimnasio en ayunas

Son muchos los que señalan a que no está recomendado para todo el mundo, puesto que puede causar perjuicios para la salud, por lo que no conviene abusar de esta práctica. Cada vez son más los atletas que empiezan a hacer ejercicio en ayunas, esto es, sin haber ingerido ningún alimento antes de su realización. La razón para llevar a cabo esta práctica es, esencialmente, el deseo de perder peso más fácilmente.

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Inconvenientes Del Ejercicio En Ayunas

Si entrenáramos en ayunas, anota Celma, “aumentaría el catabolismo proteico (consumo del tejido y la masa muscular en el momento en que no dotamos a nuestro cuerpo de las proteínas primordiales) y podría reducir nuestro rendimiento por carecer de sustrato”. En consecuencia, algunas de las consecuencias podrían ser una bajada repentina de glucosa en sangre (el típico blancazo o desvanecimiento en el gym) o la pérdida de masa muscular. De un tiempo a esta parte, si una pone atención y se para a escuchar las conversaciones en los gimnasios, el tema de tendencia es hacer ejercicio en ayunas. En la mayoría de las situaciones, esta práctica se realiza pues existe la firme creencia de que de esta forma se queman más grasas, en tanto que el organismo, al no tener hidratos de carbono a los que recurrir, usa las grasas como sustrato energético.

¿Qué comer antes de una sesión de musculación?

Son posibles varias combinaciones de alimentos para aportar proteínas e hidratos de carbono antes de un entrenamiento de musculación: 30 gramos de copos de avena con un vaso de leche desnatada. 1 plátano con 1 yogur natural y un puñado de pasas. 3 biscotes de pan integral con 2 lonchas jamón cocido o pavo.

La decisión de inmiscuirse en esta práctica no puede ser algo popularizado, producto de la tendencia, cada deportista debería recibir un asesoramiento personalizado sobre las ventajas y desventajas de esta práctica en su rutina de ejercicios. Quienes apoyan este método afirman que contribuye a quemar grasas, sin embargo, los estudios científicos no demuestran que esto ocurra en todos los casos. Entrenar en ayunas es algo que sólo debe plantearse cierto conjunto de deportistas, con un fin claro y sabiendo que tienen que tener el asesoramiento de un profesional a lo largo del desarrollo. Asiste para quemar grasas, pero no es un procedimiento que logre aplicar algún persona a su rutina. Y sucede que los sabores dulces producen ese tipo de estímulo, puesto que se asocian a alimentos enormemente energéticos en glucosa. Muchas veces, salir a entrenar al rato de comer es, en algunas ocasones, una tarea complicada debido a este estado de cansancio o aletargamiento que nos entra.

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En estos casos, sí podría tener algún sentido realizar esta práctica, ya que se somete al organismo a ocasiones similares a las de una competición y, por tanto, se puede mejorar el rendimiento. Pongamos un caso práctico para investigar el tema de cómo debemos desayunar si nuestro hueco para entrenar durante la día es a la primera hora antes de ir al trabajo. Existe la creencia generalizada de que efectuar ejercicio nada más levantarse y en ayunas nos hace perder más peso.

Este punto de agotamiento de las reservas de glucógeno en el músculo se va a dar desde los 20 – 30 minutos si se trabaja con una intensidad moderada-alta. Lo primero a eso que se debe hacer referencia es al hecho de que el efecto del deporte en ayunas tendrá dependencia del tipo de ejercicio que se va a efectuar. Pero en un número muy reducido de oportunidades se tienen en cuenta las hormonas del organismo a la hora de efectuar deporte, y sucede que las hormonas juegan un papel fundamental en el momento de hallar ciertos propósitos. Soy bioquímico y te digo que sin azúcar no puedes abrasar grasa y por consiguiente no vas a tener energía, lo que vas a generar cuerpos cetónicos y vas a exhalar acetona verdaderamente, vas a rendir mucho menos y si tienes mala suerte te puede dar un coma acidótico. Puedes ir en “ayunas” con un café solo sin azúcar y una barrita energética. Aparte de los hidratos de carbono es muy importante que controlemos nuestro nivel de hidratación en tanto que es un aspecto esencial para nuestro rendimiento.

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Esto quiere decir que acorde se vayan acumulando horas de entrenamiento, con mayor sencillez van a ser movilizadas las grasas de sus depósitos y metabolizadas como energía. Como terminamos de comentar, lo más frecuente es realizar deporte a la primera hora de la mañana, ya que al no desayunar hemos juntado horas de ayuno de forma “rápida” y llevadera, a no ser que charlemos de alguien que realiza ayuno intermitente. En el momento en que la insulina entra en juego nuestro cuerpo ralentiza la utilización de grasas como fuente energética, algo a tener muy en cuenta si lo que se busca es este propósito. El hecho de hacer deporte en ayunas va a hacer que este problema no esté presente. Lo común es que el deporte en ayunas se realice a primera hora de la mañana, en tanto que lo más cómodo es saltarse el desayuno tras toda la noche sin ingerir ningún alimento. En el momento en que se da esta situación, nuestros músculos necesitan continuar obteniendo un aporte de energía de otras fuentes.

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En verdad, “nuestros antepasados salían a apresar/ juntar (actividad física) cuando ya no tenían alimentos. Igualmente, se estandarizaron estrictamente las condiciones anteriores a cada prueba de ejercicio (horas de ayuno, realización de ejercicio físico o consumo de sustancias estimulantes), y se calculó, en contestación a exactamente la misma, la oxidación de grasas durante el entrenamiento. Para llegar a esta conclusión, los profesionales se plantearon saber si la cafeína, entre las substancias ergogénicas más consumida en el mundo para progresar el desempeño deportivo, realmente incrementa la oxidación o “quema” de grasas a lo largo del ejercicio. Y es que, más allá de que su consumo en forma de suplementos es muy habitual, la fundamentación científica es escasa. Esas y muchas cuestiones más hay en torno a la práctica de deporte en ayunas.

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