Combatir la celulitis

Con lamentarse y cubrirse la celulitis, no alcanza. Hay que atacarla de frente y hasta sus raíces: movimiento y desintoxicación son las armas más eficientes. En el presente artículo vamos a hablar sobre la capacitación de la celulitis, los lugares más frecuentes y las causas más probables de quienes la sufren.

Es un problema típicamente femenino que padecen muchas mujeres con un físico y una constitución absolutamente diferentes. Y es que nuestro organismo tiene una mayor cantidad de tejido graso y está sometido a cambios hormonales que fortalecen su aparición.

La celulitis se forma en la capa más interna de la piel, la hipodermis, en la que hay un elevado número de células grasas que precisan una estupenda circulación sanguínea para alimentarse y oxigenarse apropiadamente.

Cuando esta circulación falla, las células no pueden quitar los restos de su metabolismo, los que se amontonan y provocan una hinchazón que genera retenciones de agua y grasa. Un fallo común es confundir la celulitis con la obesidad, cuando no es exactamente lo mismo. Hay mujeres delgadas que tienen celulitis y gordas que no la sufren.

En los casos en que la celulitis está acompañada de kilogramos de más, la primera cosa que hay que hacer es perder esos kilogramos y lo segundo, tratar las zonas celulíticas.

La celulitis no se genera por una sola causa, y muchos factores son los culpables. Además de las perturbaciones hormonales concretas de la mujer, hay una carga genética esencial, si una mujer tiene celulitis es muy posible que su madre asimismo la tuviese y que su hija herede la tendencia a padecerla.

Además, la carencia de ejercicio, una nutrición inapropiada, tabaco, alcohol, picantes y estimulantes, la pastilla, la ropa ajustadísima (vaqueros, fajas, pantalones lámpara, faldas superestrechas), los zapatos altísimos y el agobio provocan desajustes metabólicos y inconvenientes circulatorios que van amontonando celulitis.