La mejor solución para Dormir La Siesta Engorda

dormir la siesta engorda

Por otra parte, dormir más de nueve horas diarias estaría vinculado con un aumento del 23% en el riesgo de este tipo de inconvenientes, aumento que no sufrieron la gente que durmieron menos de nueve horas. También, y como era de aguardar, combinar los dos elementos multiplica el riesgo, elevándolo hasta un 85%. Si ahora sabemos que hay posiciones mejores y peores cuando se trata de reposar , existen algunas que incluso hacen que tengamos más ojeras , ¿cómo no iba a ser esencial el lado del que te echas la siesta?

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¿Por Qué Engorda El Domir Poco?

Hay mitos que comentan que cuantas más horas se duerme, menos calorías se queman y la grasa se amontona más de manera fácil. El hecho de no estar activos a lo largo de la noche mientras que descansamos repercute en un nivel menor de quema de calorías. Con más de 10 años de experiencia como desarrolladores de jergones y otros artículos de reposo, hemos conseguido conocimiento para lograr contribuir a nuestros clientes del servicio y seguidores con sus inquietudes sobre relajación, salud y descanso. Es conveniente echarse a la siesta pasados 40 minutos de la ingesta de alimentos, de esta forma, los alimentos se habrán digerido de manera correcta.

En ese momento la sangre del cuerpo debería ocuparse de hacer la digestión. Por eso nos sentimos aletargados y faltos de energía, y de este modo, de manera automática nos da sueño. Más allá de que la siesta es relajante y nos asiste a no llegar tan cansados en la noche, también podría generar la ralentización del metabolismo. ¿Tienes ganas de saber cuál sería la respuesta posible a la pregunta de si engorda reposar la siesta? A lo largo de la última década, ciertos estudios han relacionado el dormir poco con la ganancia de peso.

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Aunque mientras dormimos liberamos leptina, una hormona encargada de transmitir la sensación de saciedad la siesta es bastante corta como para que logre entorpecer en los procesos metabólicos. Si tienes inconvenientes de sueño la siesta puede hacer que durante la noche te cueste más conciliar el sueño. Lo cierto es que echar una pequeña cabezada tras comer puede ser bueno o malo, todo es dependiente de cómo lo hagamos. No es semejante tirarse una siesta de 20 minutos que tirarse una de 2 horas. Tampoco es lo mismo echarse la siesta tras una comilona o hacerlo después de haber comido rápido. El instante del día en el que tiene lugar la siesta es uno de los más frágiles, ya que suele ser en el momento en que el metabolismo comienza a funcionar más lento generalmente.

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Por contra, si no hay causas evidentes para explicar el exceso de sueño, se debe asistir al médico para llevar a cabo una prueba de sueño. “En varios de las situaciones está que hay apneas”, entre los trastornos de sueño que uno puede sufrir sin saberlo. Pero no solo favorece la digestión, asimismo es bueno para el corazón y sucede que este órgano se encuentra en el lado izquierdo del cuerpo. La aorta, la arteria más grande del cuerpo, sale de la parte superior del corazón y se arquea hacia la izquierda antes de llegar al abdomen. Al echarte sobre el lado izquierdo, el ahínco que debe hacer el corazón al bombear se ve favorecido por la gravedad, realizando que le cueste menos y mejorando la circulación. Cualquiera diría que existe una ciencia detrás de la siesta perfecta, ¿verdad? Claro que existe, por el hecho de que tan esencial como el número de minutos exactos que tiene que perdurar es saber de qué lado debes echarte.

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No se debe sentirse culpable, ni perezoso, ni haragán por tomar una siesta, ya que es algo natural, que se da en todas y cada una de las culturas y nos puede aportar múltiples beneficios. Pero eso sí, hay que tomar en cuenta las condiciones en las que debe realizarse. La duración de la siesta para los pequeños no es la misma que se aconseja para un adulto. Cuando los niños son más pequeños (entre 1 y 3 años) es recomendable que duerman de 1 a 3 horas de siesta, para ir reduciendo el tiempo de la misma paulativamente acorde van creciendo. Los especialistas aconsejan una buena oxigenación para favorecer una más que impecable siesta, por esto debemos tener las ventanas abiertas para favorecer una adecuada ventilación.

Y los genes son nuevamente los responsables de que esto ocurra. Si nos pasamos de tiempo y entramos en la etapa de sueño profundo nos costará regresar a ponernos en desempeño y nos vamos a sentir cansados. Que los españoles somos el país más aficionado a la siesta es un tópico que la revista Neurology desmintió en un estudio publicado el mes pasado de febrero. Alemanes, italianos e incluso británicos nos llevan virtud. El 22 % de los germanos, el 16 % de los italianos y el 15 % de los británicos afirman que se echan un sueñecito al menos tres tardes a la semana. El fisioterapeuta Joan Gallart, del Centre Mézières Miró de Vilanova i la Geltrú , aconseja que, para beneficiar la oxigenación durante la siesta, es preferible reposar con alguna ventana abierta o, mejor aún, al aire libre. En verano, nos asiste a regular la temperatura corporal frente al calor exterior, pero, si se duerme de forma adecuada, ofrece otros beneficios en niños y mayores .

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